Los MacBooks siempre han sido notorios por su capacidad de actualización limitada, pero este se lleva el pastel.

Tras el desmontaje, verá que no hay SSD para cambiar o actualizar la memoria. Todos los componentes están soldados e incluso la batería está pegada al chasis y no es fácil de cambiar.

De hecho, la parte inferior se ajusta a la base tan perfectamente, que le resultará difícil quitarla sin la ayuda de una ventosa o herramientas de plástico súper delgadas para hacer palanca.

Además, asegúrese de elegir con cuidado la configuración del MacBook Pro 15 que necesita, ya que los chips de RAM están soldados y pueden alcanzar hasta 16 GB de LPDDR3-2133.